viernes, 15 de noviembre de 2013

Capítulo 9

Suena el timbre, después de seis eternas y aburridas clases. Camino por las calles frías y estrechas de Madrid, mirando al suelo cabizbaja. Noto como una pequeña gota cae sobre mi nariz y se desliza hacia mi mejilla. Detrás de esta comienzan a caer más, cada vez más fuerte. Echo a correr  sujetando mi mochila e intentando cubrirme la cara con el pelo para no mojarme el rímel. Veo un McDonald y corro aún más rápido hacia él. De repente choco contra algo. Caigo al suelo golpeándome la cabeza.
-Auch… -  me quejo rozándome con los dedos la parte de atrás de la cabeza, poco más arriba de la nuca. Noto como miles de gotas caen sobre mí.
-Pero, ¿A dónde ibas tan rápido señorita? – me dice una voz extendiéndome una mano. Miro lentamente arriba y le veo sonriendo. Marcos. Me guiña un ojo mientras le agarro la mano y me ayuda a ponerme de pie. Me sacudo el culo con las manos y noto que está empapado. Miro detrás, había un charco, que suerte tengo…
- Pues al McDonald para intentar no mojarme pero como puedes comprobar ya no serviría de mucho -  le digo mientras señalo mi ropa y mi pelo encrespado.
- Anda venga, que te acompaño a casa si quieres -  me dice sonriendo y acercándose a mí. Me pone una mano en la espalda, apoyada en mi cintura y se acerca un poco más.
-Hasta con el rímel corrido eres preciosa -  me susurra prácticamente al oído. Pues vaya, mi intento de salvar la pintura de ojos tampoco ha servido para mucho. Noto como me arden las mejillas y llevo un dedo a mi cara, pasándolo por debajo de mi ojo derecho intentando arreglar aquello. Marcos me agarra la muñeca y baja mi mano apartándola de mi cara. Apoya su frente contra la mía, sonríe ligeramente y vuelve a presionar sus labios contra los míos como la tarde anterior. Siempre había soñado con un beso como aquel, debajo de la lluvia. Y él, es perfecto para dármelo. Pero entonces inevitablemente me acuerdo de Álex. Recuerdo aquella tarde en su portal viendo como llovía, viendo como las gotas bajaban lentamente cruzando todo el cristal de la puerta, como si fuese una carrera para ver cuál llegaba antes al suelo, mientras él me acariciaba la espalda y el pelo. Me recorre un escalofrío por todo el cuerpo y me separo de Marcos y de su beso. Me mira extrañado pero no pone pegas. Pasa un brazo por mis hombros y caminamos a mi casa. No parece que vaya a dejar de llover en todo el día y mucho menos ahora, así que acelero el paso tirando de Marcos haciéndole ir más deprisa.
-Ya estamos tranquila, no me hagas correr más que se me van  a salir los pulmones por la boca -  se queja Marcos al llegar a mi portal. Sonrío sin darme ni cuenta y le beso. Me abraza fuerte. Creo que es el mejor beso que nos hemos dado hasta ahora, aun que tampoco es que hayan sido muchos.
-Marcos, mejor voy subiendo que creo que debería cambiarme y eso… -  le susurro cuando consigo separarme de él. Asiente levemente con la cabeza, me da otro veloz beso en los labios y se va corriendo.
Abro la puerta del portal lo más rápido que puedo aun que ya no importa demasiado que llueva.
-¡Ya he llegado! – grito  al entrar en casa, pero nadie contesta. Las luces están apagadas. Supongo que habrán ido a hacer la compra o algo. Subo corriendo a mi cuarto pero algo me llama la atención. La puerta de la habitación de mi hermano está entre abierta y se ve una maleta en el suelo. Lentamente me acerco y asomo la cabeza. Veo a mi hermano tendido en la cama boca abajo. Respira entre cortadamente y la espalda le sube y baja irregularmente. Escucho como sorbe por la nariz. Camino en silencio y me siento al borde de la cama. Le paso la mano por el pelo acariciándole cariñosamente.
- Eh, Vito, ¿qué te pasa? – le digo susurrando sin dejar de acariciarle el pelo. Se gira lentamente y me mira. Tiene los ojos rojos y muy hinchados y miles de lágrimas le surcan la cara. Le abrazo instintivamente y le aprieto fuerte contra mí.
- Belén… -  consigue susurrar, y vuelve a echarse a llorar.
- ¿Lo habéis dejado? – le pregunto preocupada. Asiente con la cabeza sin dejar de convulsionarse debido al disgusto. A saber cuántas horas lleva llorando. -  ¿Y eso? ¿Qué ha pasado?
- Cuando he… llegado a casa… estaba con… otro -  consigue explicarme entre lágrima y lágrima. Abro los ojos como platos y le abrazo aún más fuerte.

- Guarra… -  susurro lo más bajito posible. No puedo evitar decirlo… Mi hermano la quería muchísimo… Llegar a casa y verla ahí con otro… debe ser algo horrible, menudo palo se habrá llevado. Con lo buena y maja que parecía… se ve que no la conocía lo suficiente, se ve que es cierto eso que dicen y que las apariencias engañan. Ya se ha traído todo lo que tenía allí en la maleta por lo que parece, así que parece que al menos disfrutaré de más tiempo con él.

3 comentarios:

  1. Acabo de terminar de leer todos los capitulos de golpe! Y tengo que decirte que me encanta la historia, me encanta la manera en la que te expresas, super sencilla, super amena la lectura. Y me da una rabia que no haya mas capitulos...quieroo más!!!!! :)
    Se ha quedado super interesante todo puff!!! Lo de Marcos no me da muy buena espina...y que justo pase lo del hermano de Eva...mmmmm no me da muy buen rolloo...yo creoo que va a tener que ver una cosa con la otra madre miaaa!!!! Qué intriga! Sigue así guapa que lo estás haciendo genial!!! :)

    Un besito!! ^^

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  2. yo creo que la chica con la que está Marcos es la que estaba con Vito :(. está genial, continúa que está muy interesante.

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