Suena el timbre, después de seis eternas y aburridas
clases. Camino por las calles frías y estrechas de Madrid, mirando al suelo
cabizbaja. Noto como una pequeña gota cae sobre mi nariz y se desliza hacia mi
mejilla. Detrás de esta comienzan a caer más, cada vez más fuerte. Echo a
correr sujetando mi mochila e intentando
cubrirme la cara con el pelo para no mojarme el rímel. Veo un McDonald y corro
aún más rápido hacia él. De repente choco contra algo. Caigo al suelo
golpeándome la cabeza.
-Auch… -
me quejo rozándome con los dedos la parte de atrás de la cabeza, poco
más arriba de la nuca. Noto como miles de gotas caen sobre mí.
-Pero, ¿A dónde ibas tan rápido señorita? – me
dice una voz extendiéndome una mano. Miro lentamente arriba y le veo sonriendo.
Marcos. Me guiña un ojo mientras le agarro la mano y me ayuda a ponerme de pie.
Me sacudo el culo con las manos y noto que está empapado. Miro detrás, había un
charco, que suerte tengo…
- Pues al McDonald para intentar no mojarme
pero como puedes comprobar ya no serviría de mucho - le digo mientras señalo mi ropa y mi pelo
encrespado.
- Anda venga, que te acompaño a casa si
quieres - me dice sonriendo y
acercándose a mí. Me pone una mano en la espalda, apoyada en mi cintura y se
acerca un poco más.
-Hasta con el rímel corrido eres preciosa
- me susurra prácticamente al oído. Pues
vaya, mi intento de salvar la pintura de ojos tampoco ha servido para mucho.
Noto como me arden las mejillas y llevo un dedo a mi cara, pasándolo por debajo
de mi ojo derecho intentando arreglar aquello. Marcos me agarra la muñeca y
baja mi mano apartándola de mi cara. Apoya su frente contra la mía, sonríe
ligeramente y vuelve a presionar sus labios contra los míos como la tarde
anterior. Siempre había soñado con un beso como aquel, debajo de la lluvia. Y
él, es perfecto para dármelo. Pero entonces inevitablemente me acuerdo de Álex.
Recuerdo aquella tarde en su portal viendo como llovía, viendo como las gotas
bajaban lentamente cruzando todo el cristal de la puerta, como si fuese una
carrera para ver cuál llegaba antes al suelo, mientras él me acariciaba la
espalda y el pelo. Me recorre un escalofrío por todo el cuerpo y me separo de
Marcos y de su beso. Me mira extrañado pero no pone pegas. Pasa un brazo por
mis hombros y caminamos a mi casa. No parece que vaya a dejar de llover en todo
el día y mucho menos ahora, así que acelero el paso tirando de Marcos
haciéndole ir más deprisa.
-Ya estamos tranquila, no me hagas correr más
que se me van a salir los pulmones por
la boca - se queja Marcos al llegar a mi
portal. Sonrío sin darme ni cuenta y le beso. Me abraza fuerte. Creo que es el
mejor beso que nos hemos dado hasta ahora, aun que tampoco es que hayan sido
muchos.
-Marcos, mejor voy subiendo que creo que
debería cambiarme y eso… - le susurro
cuando consigo separarme de él. Asiente levemente con la cabeza, me da otro
veloz beso en los labios y se va corriendo.
Abro la puerta del portal lo más rápido que
puedo aun que ya no importa demasiado que llueva.
-¡Ya he llegado! – grito al entrar en casa, pero nadie contesta. Las
luces están apagadas. Supongo que habrán ido a hacer la compra o algo. Subo
corriendo a mi cuarto pero algo me llama la atención. La puerta de la
habitación de mi hermano está entre abierta y se ve una maleta en el suelo.
Lentamente me acerco y asomo la cabeza. Veo a mi hermano tendido en la cama
boca abajo. Respira entre cortadamente y la espalda le sube y baja
irregularmente. Escucho como sorbe por la nariz. Camino en silencio y me siento
al borde de la cama. Le paso la mano por el pelo acariciándole cariñosamente.
- Eh, Vito, ¿qué te pasa? – le digo susurrando
sin dejar de acariciarle el pelo. Se gira lentamente y me mira. Tiene los ojos
rojos y muy hinchados y miles de lágrimas le surcan la cara. Le abrazo
instintivamente y le aprieto fuerte contra mí.
- Belén… -
consigue susurrar, y vuelve a echarse a llorar.
- ¿Lo habéis dejado? – le pregunto preocupada.
Asiente con la cabeza sin dejar de convulsionarse debido al disgusto. A saber
cuántas horas lleva llorando. - ¿Y eso?
¿Qué ha pasado?
- Cuando he… llegado a casa… estaba con… otro
- consigue explicarme entre lágrima y
lágrima. Abro los ojos como platos y le abrazo aún más fuerte.
- Guarra… -
susurro lo más bajito posible. No puedo evitar decirlo… Mi hermano la
quería muchísimo… Llegar a casa y verla ahí con otro… debe ser algo horrible,
menudo palo se habrá llevado. Con lo buena y maja que parecía… se ve que no la
conocía lo suficiente, se ve que es cierto eso que dicen y que las apariencias
engañan. Ya se ha traído todo lo que tenía allí en la maleta por lo que parece,
así que parece que al menos disfrutaré de más tiempo con él.
Acabo de terminar de leer todos los capitulos de golpe! Y tengo que decirte que me encanta la historia, me encanta la manera en la que te expresas, super sencilla, super amena la lectura. Y me da una rabia que no haya mas capitulos...quieroo más!!!!! :)
ResponderEliminarSe ha quedado super interesante todo puff!!! Lo de Marcos no me da muy buena espina...y que justo pase lo del hermano de Eva...mmmmm no me da muy buen rolloo...yo creoo que va a tener que ver una cosa con la otra madre miaaa!!!! Qué intriga! Sigue así guapa que lo estás haciendo genial!!! :)
Un besito!! ^^
Que pena lo de Vito :(
ResponderEliminaryo creo que la chica con la que está Marcos es la que estaba con Vito :(. está genial, continúa que está muy interesante.
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